domingo, 9 de noviembre de 2008

Que él sí se quede

Hace menos de un año conocí a un chavo que me llamó la atención por usar en su camisa un OM. (El símbolo que tengo tatuado en la nalga), y ya con eso nos empezamos a llevar muy bien. Sí pensé que era una cosa del destino haberlo encontrado con tal camisa, con ese mantra tan "importante" para mí, imagínense mi reacción al ver el mismo OM en el techo de su cuarto versión gigante; pensé "¡Oh mi Dios, maktub* él y yo seremos el uno para el otro!" El pedo es que, sí, la primera noche estubo chida; caminamos, cenamos juntos y hablamos de cosas hippiosas mientras escuchabamos música New Age, pero luego poco a poco me dí cuenta de que nuestra conexión fuera de este mundo no existía, bah, ni si quiera había una conexión en "este mundo". No me gustaron sus granos detrás de las orejas, ni la manera en la que se echaba pedos y se reía. Pero hubo una cosa que especialmente no me gustó: Un día despúes de tomar té en mi antiguo depa, me pidió el baño e hizo popo sin comprasión, dejando mi taza toda crayoneada, y aparte decidió quedarse a dormir sin ser invitado. Antes de conocerlo, siempre añoraba el día en que un"alguien-muy especial" durmiera a mi lado. Pero después de dormir al lado de él; de soportar sus ronquidos, olores, pedos y limpiar la caspa de mi almohada en la mañana no me volvió a pasar por la mente de que un tipo durmiera a mi lado. Pero eso ha cambiado durante los últimos meses. Siguiendo con mi fetich insaciable por los hombres del medio oriente, ahorita está durmiendo como bebé en mi cama un hombre jamás pensé fuera la exepción. Alguien que, conocí en la calle hará unos seis meses. Después de prometerme a mi misma que no saldía con más hombres de por allá lo hice una vez más (cero y van 3). Cuando lo ví no pensé "es el destino porque somos iguales", de hecho yo me imaginaba que el hombre al que permitia dormir en mi santa cama sería un vegetariano new aggie (que no fuera un cerdo como el anterior, claro). En cabio, tengo a mi "nuevo musulmán" y no quiero que se despierte y se vaya.
A veces pensamos que la vida es tan clara, que nuestros ideales, creencias y nuestros planes son los correctos. A decur verdad, yo ya no se si OM es un símbolo tan importante para mí, si creo en Dios o no, si ser vegetariana va a salvar al mundo, y bueno... realmente no sé nada. No quiero ni escuchar mis pensamientos, no sé si puedo confiar en ellos o si me van a moldear el mundo evitando así poder ver la realidad.
En este momento lo único que me es claroes que quiero dormirme en sus brazos. ¿Y saben qué? Si se echara pedos se los perdonaría.


* Ya estaba escrito