Fabuloso, mira como mata mi Fabuloso (8)

Me entontraba tranquila, preparándome para estudiar para mi examen de italiano en subjuntivo imperfecto e imperativo (o sea que no tenía ni puta idea de que se trataba) mientras me comía una manzana, y tomaba coca “light”, cuando de repente empezé a sentir calor y decidí abrir mi ventana para estudiar. Estudié durante dos horas, cuando me empezó a dar sueño. “Me despierto temprano y continuo estudiando “, pensé. Cual fue mi sorpresa que al acercarme a la lámpara de 3 focos pegada a mi cama encontré cientos de mosquitos de la luz. Y al decir cientos, literalmente quiero decir CIENTOS. Eran tantos que caían en mi cama. La mayoría eran chiquitos y negros pero había unos grandes que se veía que crujirian al ser aplastados. A estos los llamaremos crujientes. Lo peor: yo nunca mato insectos. “ES UNA MALDITA PRUEBA QUE ME MANDA DIOS (o mi karma); PINCHE MADRE” Pensaba y pensaba que hacer sin encontrar respuesta. Empezé a observar bien y estaban por todo el departamento: Algunos se embizculleron en mi lámpara de escritorio y caían en mis libros de italiano. Sentía como si me fuera a dar un ataque. Después de darle muchas vueltas al asunto decidí que tendrían que morir. Tomé del baño mi Fabuloso-spray olor a lavanda y empezé a atacarlos. Por la lámpara de tres focos escurria el fabuloso negro de cadáveres de los intrusos. Caían incluso en mi cama, y uno de los crujientes se negaba a morir. Empapé mi cama de Fabuloso y seguía vivo, atarantado y con aroma a lavanda, pero vivo. Tomé uno de mis cuadernos y lo dejé caer. El holocausto de moscos de la luz me tomó alredeodor de una hora; media hora pensando que hacer, y 30 minutos para asesinarlos. Estaba cansada, asqueada y quería dormir. Abrí la puerta para ir a dormirme a la sala, porque lno podía dormir en mi cama cuando de pronto vi una sombra. Casi me dió un ataque al prender la luz y ver que Goloca dormida en el único sillón de nuestra cocina-sala-comedor. Le pregunté ¿Porqué estás dormida aquí? Y me contestó que el tipito horrible, panzón como de 40 años que parece plomero que tiene por novio que estaba visitandola estaba muy enfermo y no podían dormir en el mismo cuarto. Entonces tenía dos opciones: O dormir en un pedazito de alfombra junto a Goloca y despertarme cada hora durante las siguientes 7 horas cuando se despertara a tragar, y en el peor de los casos, arriesgarme a que me violara o me tratara de comer; o entontrar un lugar limpio en mi cuarto libre de cadáveres de moscos o de los pocos sobrevivientes. La desición me tomó 5 segundos en tomar, opté por la segunda. Veía la alfombra y dondequiera había moscos (vivos y muertos) y tenía mucho miedo de que mientras durmiera uno de los crujientes me atacara, así que no podía dormir ni en mi cama ni en el suelo. Al parecer el baño era la unica zona libre del desastre. Así que agarre una almohada, cerré la puerta del baño y me acosté a dormir en la tina. Nunca pensé que me viera en la nesecidad de dormir la tina de baño en mi propio departamento. Obviamente estaba dura y como dormí con las piernas encojidas, no dormí bien. Al día siguiente por la desvelada y la dormida en el baño no me pude concentrar para estudiar tiempos verbales raros en italiano. Gracias a los moscos, bajé mi promedio en esa clase, tenía 92 antes.. Maledetti!! (Y les dedico esta grase en el imperativo a los cabrones: Andatevi fanculo! (O sea "vayanse a la chingada"))
Al día siguiente, emputadísima me puse a revisar el esprin de mi ventanta, tenia un putito oyito por donde los intrusos decidieron entrar.
Tuve que limpiar todo, y ahora ya no hay rastos de moscos, expecto de vez en cuando me encuentro a alguno pegado a la pared.
Soy una asesina! Snif...