viernes, 20 de julio de 2007

La naturaleza de la mente


Existen cuatro bardos principales:

1) El Bardo natural de esta vida.

2) El Bardo doloroso del morir.

3) El Bardo luminosos del Dharmata. (estado postmortem)

4) El Bardo Kármico del devenir. (renacimiento)

Pero son los comunes y pequeños, que nos preparan para ellos.

“Comprender la Naturaleza de la Mente, lo que se podría llamar nuestra esencia íntima, esa verdad que todos buscamos, es la clave para comprender la vida y la muerte. Porque lo que ocurre en el momento de morir es que la mente ordinaria y sus conceptos ilusorios mueren y en ese espacio que se abre se revela, ilimitada como el cielo, La Naturaleza de la Mente.
Esta naturaleza esencial de la mente es el telón de fondo de toda la vida y la muerte, como el cielo, que abarca todo el universo con su abrazo”.

Hace unos días fui a practicar meditación en grupo seguida por una discusión. El tema que se preparó para ese día fue de las transiciones en nuestras vidas. Y me puse a pensar en todas las transiciones que hay, chicas o grandes a diario, y como muchas veces eso es lo que frustra nuestras vidas, porque cuando estamos pasando a una etapa nueva en nuestros caminos y acostumbrándonos a algo nuevo siempre hay incertidumbre, una sensación de sentirse fuera de lugar, de impaciencia por ambicionar estar en la nueva época que tenemos adelante o de melancolía por anhelar lo pasado. Sin embargo la transición es sí es algo arduo. No nos gusta. En esa época de transición precisamente es cuando estamos más vulnerables y cuando vivimos en el pasado o el futuro y no el presente. A estas transiciones se les llama bardos.

Lo más curioso de todo es que si aprendiéramos a apreciar, tomar y vivir cada bardo crearíamos una enorme cantidad de compasión. Las transiciones en nuestras vidas no solo son enseñanzas que se deben de disfrutar en el presente sino oportunidades muy grandes de alcanzar la liberación.

Si aprendiéramos a vivir esos bardos, al cien por ciento no solo nos entrenaríamos para afrontar los bardos mayores como son la muerte y el renacer, sino que la vida nos sería más simple. Aprendiendo a transformar la energía de la tristeza se puede transformar depresión y el dolor. Aprendiendo a cambiar la energía de la irritación se puede afrontar el coraje y la envidia. La depresión, el dolor, el coraje, le envidia y todos los sentimientos que nos pueden llegar a carcomer pueden ser transformados en la preparación para entregase a la muerte y el renacer con familiaridad y sin miedo. Los bardos diarios nos preparan poco a poco, a veces con más intensidad que otras para los bardos finales y principales. Por eso hay que aprender de ellos. Es en esos momentos de transición donde realmente se puede encontrar la naturaleza de la mente.

Cuando estamos viviendo un bardo en nuestras vidas, en vez de tratar de evadirlo, y el sentimiento que este provoque en nosotros hay que bien venirlo. En el momento en que tocas esa energía de tristeza, la aceptas y la vez como sagrada se convierte en tu motor, la energía se transforma. Cualquier cosa hecha para evadir la transición, acelerar o retroceder la época de transición alarga más el sentimiento que nos fatiga.

La época de estar “en medio” no es de mal augurio ni de desesperación sino sagrada. No es para evadirse sino sentarse y abrirle los brazos al sentimiento que se nos aproxima , sea bueno o sea “malo”. Los sentimientos “malos” siempre son el diamante en bruto de los más bellos. Entre más difíciles y fuertes sean, más energía compasión y amor crearan en nosotros. Durante nuestras vidas la mente se nos llena de pensamientos, confusiones, y la naturaleza de la mente es opacada. El opacamiento desaparece en el bardo luminoso de Dharmata. Pero si aprendemos a ir limpiando la mente poco a poco durante la vida o el primer bardo, y por lo menos tener momentos de comprensión de la naturaleza de la mente, los demás bardos no serán tan sorpresivos, y nuestras vidas tendrán más claridad.

“All wrong-doing arises because of mind. If mind is transformed can wrong-doing remain?” –S.G.

2 comentarios:

cuello de tortuga dijo...

ko wey voy hacer mis bardus sagrados y si lloro llorare con pasion...

paz mi amiga.

Pao dijo...

Así se habla bella,:abazo: